Esta es la primera entrada de varias en la que me gustaría hablar un poco de mi experiencia hace unos días en New York. Más que un post largo "explicando" el viaje, quiero hacer unos pocos, cortos, hablando sobre algunas de las experiencias especiales. Si alguien que vaya a visitar la ciudad está interesado en la ruta o mis notas, pedidlo y os paso todo lo que pueda.
Uno de los mejores momentos de nuestra visita fue ver en directo "Wicked". Para quien no lo conozca, Wicked es un libro que nos explica la historia que leímos en "El Mago de Oz", así como sus antecedentes, desde el punto de vista de la Malvada Bruja del Oeste, llamada Elphaba. No es un libro para niños, pero sin duda es digno de leer por el estudio que hace sobre ella, su personalidad y su evolución desde sus extraños concepción y nacimiento hasta su desaparición a manos de la pava de Dorothy. No sólo hay reflexión sobre la maldad y su origen, sino también se habla de justicia social, de la necesidad de tomar partido y cuestionar la autoridad, de fascismo y fanatismo religioso o del desprecio al diferente.
El libro lo descubrimos a través del muy recomendable blog de Bea La Rizos, y aunque para mi gusto tiene algunos defectos, nos gustó bastante. Así que decidimos que no había mejor manera de experimentar la noche de Broadway que viendo la adaptación a musical.
La verdad es que saben hacer las cosas estos americanos: sólo al entrar al teatro, con el telón-mapa y el dragón mecánico, ya parece que estés en el mundo descrito en el libro. Y, como os podéis imaginar, el nivel musical está a la altura de la fama de Broadway.
La historia me gustó mucho más en su primera parte que en la segunda. No sólo porque es bastante más cercana al libro, sino porque están mucho más presentes los temas que mencionaba antes, tan relevantes en el mundo en el que vivimos como en Oz (o más). Y, para mí, el punto culminante es esta canción, que marca el final del primer acto y que escucho mientras escribo estas líneas.
...Some things I cannot change
but till I try I'll never know...
Porque además de un momento espectacular en el escenario, con Elphaba elevándose sobre su escoba (y haciendo gala de una voz fantástica), la letra de la canción, y la situación en la que estaba, allí en New York con Bea a mi lado, consiguieron emocionarme.
Y es que a pesar de todas las dificultades por las que hemos pasado juntos, ella sigue siendo esa persona especial que me hace sentir que puedo desafiar a las leyes de la física, que me hace volar como siempre he querido, que me ofrece su apoyo incondicional y su comprensión, incluso cuando no estamos de acuerdo. No sé muy bien cómo lo hice para conseguir llegar hasta aquí, pero sin duda ha valido la pena.
Es curioso. No siempre recuerdo lo afortunado que soy, pero allí, sentado en mi asiento al otro lado del charco, viendo a Elphaba cantar y elevarse sobre nosotros, fui plenamente consciente de ello.
Gracias, Bea. Te quiero mucho.
...Unlimited,
together we're unlimited,
together we'll be the greatest team that's ever been (...)
There's no fight we cannot win
Just you and me defying gravity!
They'll never bring us down!